Cándido rompe el plato un millón
Un millón de platos hechos añicos. Millones de sonrisas y aplausos almacenados en la memoria del viejo Mesón segoviano. Caras de sorpresa, fascinación e incredulidad ante un gesto que ha dado la vuelta al mundo. Aunque muchos lo esperan, no todo el mundo sabe que, al finalizar el corte del cochinillo con el borde del plato, este volará por los aires para romperse en mil pedazos contra el suelo, ante la sonrisa del público… ¡y algún susto para quien no está atento! ¿Os ha pasado alguna vez? Seguro que sí.
En el Mesón de Cándido estamos orgullosos de haber roto miles y miles de platos. Con este gesto despertamos la sonrisa de los comensales, que siguen fieles a la casa de aquel genial Mesonero segoviano que creó un ritual, un método, un modelo para cortar el cochinillo de esta forma tan peculiar. El Mesón de Cándido ya ha roto el plato un millón. ¡Buena cifra para celebrarlo por todo lo alto! Y el mejor modo es hacerlo acompañado de nuestros comensales, a quienes agradecemos su fidelidad y cariño.
Ahora más que nunca recordamos el anecdotario de la familia y cómo surgió la cosa un día de hace casi medio siglo… cuando el Mesonero buscó los cuchillos, pero no estaban a mano, tomando en su lugar un plato y cortando el cochinillo con él. Le salió tan bien, que otro día hizo lo mismo, aunque entonces el plato se le resbaló sin querer, rompiéndose contra suelo ante el asombro de los comensales que había en ese momento. “Hoy hemos rematado la faena”, dijo. ¡Y hasta hoy!