Cándido y la “Chaine des Rôtisseurs”
El Mesonero Mayor de Castilla será siempre recordado por sus cientos de cualidades que le llevaron a convertirse en una de las figuras más importantes de la gastronomía de nuestro país. Hoy queremos centrarnos en una de ellas: su curiosidad. Sus ganas por aprender en todos los ámbitos relacionados con la cocina.
Corría el año 1955 cuando Cándido se encontraba leyendo el diario Pueblo de Madrid. Se fijó en una fotografía en la que aparecían una serie de señores franceses luciendo grandes collares, unos elementos que vestían los reconocidos cocineros con mucha solemnidad. Aquellos hombres, según el pie de foto, pertenecían al Bailiato de la “Chaine des Rôtisseurs” y se encontraban en la ciudad de Barcelona. Cándido no perdió el tiempo y comenzó a investigar quiénes eran y a qué se dedicaba esa organización de la que nunca había escuchado hablar. Resulta que la “Chaine des Rôtisseurs” era una sociedad de cocina francesa que databa del siglo XIV y que terminó desapareciendo hasta que en 1951 volvieron a recuperarla. Su actividad cruzó la frontera y llegó hasta Barcelona. Sus miembros fueron creciendo, siempre entre profesionales del máximo prestigio, grandes conocedores de la gastronomía y reconocidos gourmets. Cándido se puso en contacto con uno de los miembros en España, David Marco. Para su sorpresa, se trataba de un profesor de educación física, amante de la cocina que poseía un asador en su casa. El Mesonero cada vez se interesaba más por esa sociedad. Al conocer la historia de Cándido, David Marco le propuso como candidato a la sede de la sociedad en París.
Poco después, Cándido fue admitido. Le indicaron que comprara dos billetes de ferrocarril a París y que volara hasta Barcelona, donde le esperaría el propio David Marco. Así comenzó un nuevo periplo del Mesonero hacia la “Chaine des Rôtisseurs”.
Continuará…