Cándido y las embarazadas del estraperlo
Hacía mucho tiempo que, desde el Mesón de Cándido, no os contábamos una de esas historias que tanto nos gustan sobre el Mesonero Mayor de Castilla. Hoy queremos recordar una anécdota que tuvo lugar en los tiempos de la posguerra española, momentos en los que, según el propio Cándido, “no había ningún español que no hiciera estraperlo de una forma u otra”.
No se refería a un estraperlo con un fin lucrativo, sino a la mera necesidad de poder sobrevivir. Incluso los restaurantes como el Mesón de Cándido se veían afectados por las cartillas de racionamiento, y eso hacía muy difícil poder abastecerse con todo lo necesario. Pero la anécdota que nos incumbe hoy tuvo lugar en un viaje en tren de Segovia a Madrid, un trayecto muy frecuente entre las gentes de aquella época y también hoy en día. Cándido coincidió con una mujer en estado avanzado de embarazo, o al menos eso es lo que parecía, aunque su aspecto y su torpeza en los movimientos eran bastante sospechosos. Al bajar la mujer del tren, Cándido fue testigo de cómo un guardia se le acercaba. “¿Qué llevas ahí, mujer?” “Pues qué he de llevar, señor guardia, ¡una preñez de siete meses”. El guardia la dejó marchar sin comprobar si lo que decía era cierto. La verdad es que no lo era. La mujer escondí en su falsa barriga de embaraza comida para alimentar a su familia.
Como afirmaba el propio Cándido, nunca sabremos si la mujer era demasiado lista o si el guardia se hizo el tonto, consciente de la necesidad que se vivía en aquella época. Lo que tenemos claro en el Mesón de Cándido es que todo lo que vivió nuestro fundador nos sirve para conocer la historia de nuestro país y de nuestra casa, y estamos encantados de que lo dejara recogido en una extensa bibliografía. Hoy estamos encantados de compartirlo con todos vosotros y esperamos que os guste tanto como a nosotros.