Cinco dulces típicos de Segovia que no te puedes perder

 In Sin categoría

Los productos de repostería tienen un peso considerable en la cultura gastronómica de nuestro país. Nos referimos a los dulces elaborados en el medio rural y a aquellas artesanías típicas que nacieron en lugares concretos que, con el paso del tiempo, fueron extendiéndose por otras localidades vecinas. Muchos productos están relacionados con el folclore, el día del patrón o las fiestas más populares, por eso su elaboración se ha circunscrito, tradicionalmente, a días muy concretos del calendario. Afortunadamente, con el paso del tiempo, muchos obradores empezaron a elaborar las recetas para que pudieran degustarse en todas las épocas del año.

La elaboración de muchos dulces tradicionales también se mantiene en muchas casas segovianas, sobre todo cuando la receta ha pasado de padres a hijos. La riqueza de dulces es variadísima en nuestra provincia, un detalle que nunca pasó por alto el Mesonero Cándido, incorporando a la carta numerosas referencias. Probablemente la más famosa de todas sea el ponche segoviano, un sabroso mazapán con crema pastelera, que se sirve cubierto de azúcar glass quemado formando rayas diagonales. Este dulce típico siempre está en la carta del Mesón de Cándido.

A esta primera y azucarada pista le siguen muchas más en el recetario segoviano. Como es muy difícil enumerarlas todas, ahí va nuestra selección por si, en alguna ocasión, tenéis la oportunidad de comprar y degustar alguna. Los florones, pastas típicas de Santa Águeda; las rosquillas fritas, de gran tradición en toda la provincia; los soplillos y suspiros, redondos, suaves y ligeros; y los amarguillos, típicos de muchas localidades segovianas, como Riaza.

Recent Posts

Dejar un comentario