Cinco rincones de Segovia que te harán viajar en el tiempo
Uno de los secretos mejor guardados de una ciudad como Segovia es su capacidad para sorprender. En primer lugar, porque ha sabido conservar su patrimonio artístico y monumental, adecuándolo a las características y el trazado de una ciudad del siglo XXI. El turista aquí convive con ambos elementos –tradicional y moderno- sin apenas darse cuenta. Por eso tiene la oportunidad de caminar por una moderna calzada empedrada, al tiempo que entra en una antigua sinagoga judía con más de 500 años de historia.
De eso se trata cuando viajamos a un lugar desconocido cargado de historia: olvidarse de la fecha que marca el calendario y caminar de la mano de los personajes que vivieron en los escenarios reales. Hay muchos lugares en la ciudad que todavía nos permiten viajar de este modo, aunque a veces sea necesario dejar volar la imaginación para caminar a su lado. A continuación os ofrecemos cinco ejemplos ‘top’ que bien podrían ser recomendaciones del Mesón de Cándido. Algunos, bastante desconocidos.
La Calle Judería Vieja fue el lugar donde antiguamente se asentaron los judíos segovianos, antes del decreto de expulsión de los Reyes Católicos. Un paseo muestra cómo pudo haber sido este lugar hace cinco siglos. Además, muchas casas se conservan.
El bestiario de San Martín. Merece la pena observar el detalle de los capiteles de esta iglesia, situada en pleno centro. Los canteros y artistas dejaron aquí su huella, marcada por una singular belleza. Es un viaje al pasado para los amantes del Románico.
La Casa Museo Antonio Machado. Evocador escenario que recuerda el lugar donde vivió el poeta durante su estancia en Segovia. Las dependencias son originales.
El lugar donde fue proclamada reina Isabel la Católica. Sucedió el 14 de diciembre de 1474. El lugar: el atrio de la primitiva iglesia de San Miguel. De nuevo, en la ciudad de Segovia.
El Mesón de Cándido. Es el lugar que mejor representa la gastronomía tradicional segoviana. Conserva el ambiente original de la época, cuando nació como una modesta casa de comidas. Su decoración interior y su cochinillo asado al estilo de Cándido son sus principales señas de identidad.