El Acueducto, la Catedral, el Alcázar y… el Mesón de Cándido
A día de hoy conocemos de sobra la importancia que tiene el turismo para nuestra región y, sobre todo, para nuestra ciudad. Segovia está considerada por muchos expertos viajeros como una de las ciudades imprescindibles en nuestro país. Pero, ¿cuándo empezó a potenciarse esto? Cándido, nuestro Mesonero Mayor de Castilla, en sus memorias nos acerca parte de la intrahistoria que empieza a potenciar a la capital segoviana como reclamo turístico.
En la década de los cincuenta y, sobre todo, en la de los sesenta, muchas agencias comienzan a programar viajes con destino Segovia que hacen acrecentar aún más la fama que ya poseía –aunque de forma más humilde- el Mesón de Cándido. Viajes que en sus inicios también visitaban La Granja y que tenían lugar los martes, jueves y domingos. Posteriormente, en verano, esta frecuencia pasó a ser diaria.
Fue tal el éxito de esta afluencia turística que en 1952 se inauguró otro hotel en Segovia, el “Gran Hotel Las Sirenas”. Sin embargo, los turistas internacionales que llegaban a Segovia, al igual que nos pasaba a nosotros hace no tanto, llegaban con demasiados clichés en la cabeza sobre nuestro país: toreros, gitanas con navaja en la liga… No obstante, aparte de estos tópicos, los visitantes lo que querían era, sobre todo, probar nuestra gastronomía, conocer nuestras costumbres, disfrutar de nuestro clima, etc.
Todas estas cosas favorecieron, como dice Cándido en sus memorias, que “a partir de ese boom, quien venía a Segovia hacía invariablemente este recorrido: el Acueducto, la Catedral, el Alcázar y… el «Mesón de Cándido»”. Y pasó lo que se preveía, de casi no tener sitio para acoger a los visitantes a quedar pequeño el Mesón para dar cobijo a tantísimos turistas. Así que, el Mesonero tuvo que adquirir un edificio anexo al restaurante para poder ampliar el local y así poder satisfacer perfectamente las necesidades gastronómicas de los turistas que acuden a nuestra casa.
No fue esa la única ampliación del Mesón de Cándido. Pero ya os hablaremos de ello en otra ocasión…