El revuelto de morcilla del Mesón de Cándido
Un revuelto es un plato muy sencillo y realmente socorrido. Su preparación es muy rápida y, además, es una fuente de proteínas muy saludable. Acepta multitud de elaboraciones diferentes y hoy, desde el Mesón de Cándido, queremos enseñaros a prepararlo con un ingrediente muy castellano: la morcilla. Prestad mucha atención a los pasos que os describimos a continuación.
¿Qué ingredientes vamos a necesitar? 180 gramos de Morcilla de Burgos, segoviana o al gusto, seis huevos, dos cucharadas de cebolla picada, perejil picado, aceite de oliva, mantequilla, sal fina y pimienta blanca molida. Ponemos un cazo a fuego medio y añadimos un chorro de aceite de oliva, un poco de mantequilla y comenzamos a pochar la cebolla. Es importante añadir la sal y la pimienta en este momento para que ayuden en el pochado. Una vez que comienza a estar blanda la cebolla, implementamos la morcilla. Vamos deshaciéndola y fundiéndola mientras vamos sofriendo. La cantidad de cebolla va al gusto de cada cocinero. Lo que hacemos a continuación es bajar el fuego y añadir nuestros huevos batidos para ir trabajándolos poco a poco con el objetivo de que no cuajen muy deprisa. Es muy importante que controlemos el fuego ya que, cuanto más despacio lo hagamos, el resultado será más cremoso y la textura resultará espectacular. No lo dejéis mucho tiempo en la cazuela cuando esté en su punto para evitar que se cuaje en exceso.
Ya tenemos listo nuestro revuelto de morcilla. Si queréis, le podéis añadir un poco de perejil o acompañarlo con unas tostas de pan, pero el revuelto por sí solo ya resulta realmente sabroso. Esperamos que esta receta os sirva de ayuda y os animamos a que sigáis todos los pasos en este vídeo que hemos preparado para Canal Cándido TV. ¡Buen provecho!