En el Mesón de Cándido damos la bienvenida al año 2020
Hoy os escribimos desde el Mesón de Cándido con un único propósito: desearos un feliz y próspero año 2020. El hecho de seguir cumpliendo años nos llena de satisfacción a todos los que formamos parte de esta casa. Levantamos la persiana y comenzamos a trabajar con la misma ilusión que hace décadas, convencidos de que el 2020 nos va a traer las mismas alegrías que los años anteriores.
El cochinillo asado ya se está cocinando en el horno de leña, las mesas están preparadas y tan solo nos queda saber qué vino descorchar para brindar con todos los que vengan a nuestra casa por este año que acabamos de estrenar. Nuestro vecino sigue intacto. Parece que los años no pasan por él. Será porque en un monumento milenario como el acueducto de Segovia un año más o un año menos apenas puede apreciarse. Esperamos que su impresionante estampa siga asombrando a todo aquel que se siente en nuestros comedores y que disfruten de nuestros platos, de nuestro cochinillo, judiones de La Granja, lechazo asado o ponche segoviano, mientras continuamos con el célebre ritual del trinchado que popularizó nuestro padre, Cándido, Mesonero Mayor de Castilla.
Como os decíamos, hay cosas que nunca cambian y en el Mesón de Cándido estamos encantados de que esto sea así. Tenemos doce meses por delante en los que estamos deseando volver a llenar nuestros comedores, por eso os animamos a que reservéis un hueco en vuestra agenda del 2020 para comer en nuestra casa. Os animamos a que lo añadáis en esa larga lista de propósitos. Nos vemos en Segovia, a los pies del acueducto.