La verdadera historia del Mesón de Cándido
Cándido y su Mesón segoviano han traspasado las fronteras de la historia más reciente convirtiéndose (ambos) en dos iconos de la gastronomía mundial. Difícilmente se entendería este negocio sin su fundador, pero tampoco la figura del Mesonero habría alcanzado un calibre semejante sin la casa de comidas que él relanzó a partir de la segunda mitad del siglo XX. Pero, ¿cuándo pisó Cándido el Mesón por primera vez? El Mesonero no estuvo presente el día que se puso la primera piedra del edificio ni tampoco heredó la propiedad. En realidad se la compró a su suegra en 1930, cuando la casa ya era conocida porque hacía tiempo que allí ya se daba de comer. A la edad de 27 años, Cándido López adquirió el horno de asar ‘Casa de Comidas de la Viuda de Duque’ (llamado El Chato). El Mesón empezaba a escribir su historia de la mano de Cándido, aunque la primera pista de sus orígenes hay que buscarla tiempo atrás.
Cándido lo cuenta en sus Memorias. Cuando compró la casa de comidas a su suegra, él mismo tuvo la curiosidad de investigar su origen. Le interesaba saber quién lo había habitado y durante cuánto tiempo. Por eso descubrió detalles que nunca habría sospechado. Ya hemos dicho que Cándido compró el negocio a su suegra, Micaela Casas Huerta que, junto a su marido, Dionisio Duque Mateos, se habían hecho cargo de él con anterioridad, en 1912. Pues bien, de 1907 a 1912, el local estuvo en manos de una mujer, natural de Cantimpalos. Mucho antes perteneció a una familia de canteros, los Rivera, desde 1895. Como esa fue la fecha más antigua que pudo encontrar, Cándido la escribió en un cartel a la entrada: “Casa fundada en 1895”.
No terminaron aquí las sorpresas pues, como si de un asombroso descubrimiento arqueológico se tratara, un buen día apareció ante los ojos del Mesonero una pared de cal, rayada enteramente con cuentas de tostones y corderos. Oculta, sin que nadie supiera de ella, salió a la luz después de derribar un tabique de ladrillos. Tenía una fecha impresa, 1860, como la más antigua… la que confirma que el Mesón de Cándido de la Plaza del Azoguejo es la casa de comidas más antigua de Segovia.