¡Naranjas de la China!
El interés por los refranes del Mesonero Cándido es de sobra conocido. Los utilizaba de forma frecuente y era habitual que dejara constancia de su parecer cuando utilizaba cualquier sentencia del refranero. El Mesonero, agudo y juicioso, echaba mano de citas conocidas para pronunciarse de forma contundente y breve. A buen entendedor… pocas palabras bastan.
El origen de dichos y refranes españoles es muy diverso. En ellos aparecen personajes históricos, toponimias, animales, alimentos, oficios, comportamientos humanos y tantas cosas más. Hoy rescatamos la expresión ‘¡Naranjas de la China!’, aunque solo sea por rendir un gracioso homenaje a tantos y tantos comensales que recibimos a diario en nuestra casa, provenientes de lejanas tierras orientales. Seguramente fue pronunciada muchas veces por el Mesonero pero, ¿Qué se quiso decir entonces? ¿Y qué significado tiene ahora? Porque todavía se sigue utilizando…
Aquí van algunas pistas para descubrir su significado. La frase se pronuncia cuando nos cuesta creer algo que nos están contando. Por lo tanto, denota incredulidad, escepticismo y un cierto rechazo. Fijándonos estrictamente en el contenido de la frase –y poniéndonos en los zapatos de nuestros antepasados cuando utilizaban la expresión-, antiguamente era difícil concebir que alguien pudiera traer naranjas de un lugar semejante… ¡y poderlas comer en buen estado después de un viaje tan largo!