Segovia, cantera de grandes profesionales
El nivel de la hostelería de una ciudad se mide, en buena medida, por la calidad de sus profesionales. En una ciudad como Segovia el listón está muy alto, pues a diario recibimos a miles de turistas y visitantes, a quienes debemos procurar un servicio que le satisfaga plenamente. Cándido, el Mesonero segoviano, tenía muy claro que el comensal estaba por encima de todo, por eso quien le atendía debía conocer sus necesidades, e incluso anticiparse a ellas. En este sentido, Cándido fue un gran maestro y el mejor espejo en el que se han reflejado todas las plantillas que han pasado por nuestra casa.
Nadie pone en duda que Segovia es una extraordinaria cantera de profesionales de hostelería, empezando por la sumillería, especialidad de la que han salido grandísimos expertos, hoy al frente de sus propios negocios o dirigiendo la sala y la bodega de restaurantes de prestigio. Junto al sumiller, caminan de la mano cocineros, camareros, barman, además de todos los profesionales que intervienen en el servicio de un establecimiento de hotelería, desde el recepcionista al gestor.
La formación de buenos profesionales es fundamental y, para ello, nuestra región cuenta con excelentes escuelas de cocina y hostelería, pero también de colectivos profesionales que trabajan, desde hace muchos años, por el reciclaje y la creación de sus propias canteras. De entre todas las iniciativas, felicitamos en esta ocasión a la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos que, desde hace casi dos décadas, promueve la celebración del Concurso de Jóvenes Cocineros Ciudad de Segovia, una cita abierta a jóvenes cocineros menores de 23 años que ya se ha consolidado en el calendario y cuyo palmarés se encarga de poner en marcha prometedoras carreras profesionales.