Cándido López Sanz solía decir que a un hombre o a una mujer no se le conoce del todo si no se llega al fondo de su andadura, es decir, al comienzo de su vida. Aunque la figura del Mesonero está absolutamente ligada a la capital del Acueducto, conviene recordar que la villa segoviana de Coca fue su lugar de nacimiento. Aquí vino al mundo el 1 de diciembre de 1903 y fue bautizado en la iglesia de Santa María la Mayor. Nació en el seno de una familia humilde y trabajadora que, poco después de su nacimiento, decidiría instalarse en la capital. La llegada de Cándido a Segovia se produjo una tarde del mes de enero, cuando solo tenía dos años de edad. Lo hizo en el interior de un carro tirado por una mula, acompañado por sus padres Modesto y Carmen, su hermano Telesforo y su tío Bruno. Pero esa es otra historia…
Cándido regresaba con frecuencia a Coca, su tierra natal. Así rememoraba su infancia y juventud en una entrevista publicada por el periódico El Adelantado el 8 de enero de 1977: “Recuerdo la sencilla procesión de la Cruz de Mayo, con sus callados rezos en contraste con el estallido de los cohetes y el estruendo viril del paloteo; los mozos en mangas de camisa bailando al son de la dulzaina y del tamboril. Olía a pólvora, a tomillo, cera y madalenas. Los chiquillos llegaban, precedidos de la Guardia Civil, del encierro de las vaquillas. Los toreros se vestían en la posada del pueblo. De las tahonas salía el tufillo de los asados. Por la tarde, las alamedas brindaban la sombra de sus olmos y el frescor de las fuentes, de esas fuentes de las alamedas y de los cinco caños. A la caída de la tarde, las mozas acarreaban agua a sus hogares en sus carretillas, cruzándose con los hombres, curtidos, que regresaban del pinar en sus borriquillas, con sus cestas cargadas de serojas y cándalos”.
Cándido de niño en Coca
Cándido, el Mesonero, se sentía orgulloso de haber nacido en Coca. El sentimiento siempre fue recíproco, pues la tierra que le vio nacer llegó a nombrarle Hijo Predilecto de la Villa. Aquí recibió la Medalla de la Villa y su nombre se estampó en una de sus calles principales. Cándido solía presumir de compartir cuna con una de las grandes figuras del Imperio Romano: el emperador Teodosio. Por iniciativa propia, promovería y donaría una fuente y un busto como recuerdo de su memoria. La villa de Coca, la antigua Cauca, siempre será nuestra casa.