Si visita el Mesón de Cándido, quizá le interese conocer alguna curiosidad relacionada con nuestra casa. Presuma ante sus acompañantes de sus conocimientos sobre la historia de nuestro Mesón. Ahí va alguna curiosidad que quizá no sepa:
1.- Cándido López, el genial Mesonero, no nació en Segovia, sino en Coca. Vino al mundo un 1 de diciembre de 1903. Poco después de su nacimiento, su humilde familia decidió trasladarse a la capital de Segovia. Cándido López solía regresar con frecuencia a su villa natal, que llegó a nombrarle Hijo Predilecto.
2.- El día que el Azoguejo enmudeció. Cándido López, el Mesonero, falleció en Segovia el 16 de agosto de 1992 a los 88 años. Miles de segovianos se reunieron en la Plaza del Azoguejo, junto al Mesón, para recibir los restos mortales de su ilustre vecino y rendirle homenaje en una emotiva despedida.
3.- Tres generaciones llevan el nombre de Cándido. Si visita el Mesón de Cándido podrá saludar personalmente a Alberto Cándido, hijo del Mesonero, de quien ha heredado una prodigiosa memoria y un extraordinario don de gentes. Al frente del Mesón se encuentra Cándido López Cuerdo, hijo de Alberto y nieto del Mesonero. La tercera generación, la más joven de todas, es el hijo de este, que lleva el mismo nombre de su bisabuelo.
4.- El trinchado del cochinillo con el borde de un plato nació fruto de la casualidad. ¿Lo sabía? Sucedió el día que el Mesonero no encontró a mano los cuchillos para partir el cochinillo. Tomó un plato y lo partió ante el desconcierto de los comensales. La práctica empezó a ser habitual, pero un buen día el plato se resbaló de sus manos estrellándose contra el suelo. Así fue como nació el ritual que hoy sigue repitiéndose en el Mesón.
5.- Cary Grant, Gracia de Mónaco y Sofía Loren se sentaron en la misma mesa que usted. El Mesón de Cándido ha recibido a incontables personalidades desde hace ocho décadas. Por citar algunas, Cary Grant nos visitó en la década de los 60, los Príncipes Rainiero y Gracia de Mónaco, en mayo de 1959, y Sofía Loren fue nombrada aquí ‘Alcaldesa del Mesón’ en 1963. Quizá tenga la suerte de sentarse en el mismo lugar que ellos. Por fortuna, conservamos todas las estancias, rincones y mobiliario originales.
