¡Buenas a todos, blogueros! En el post de hoy os traemos una nueva receta. Una receta muy fácil de hacer, con ingredientes sanos y naturales. Empezaremos, como siempre, con los ingredientes. Necesitaremos aceite de oliva virgen extra, queso rallado, sal, pimienta blanca y huevos. Podemos utilizar aceite de girasol o mantequilla sustituyendo al aceite de oliva y el queso rallado puede ser el que vosotros queráis.
Cogemos una sartén antiadherente y la ponemos a calentar con un chorrito de aceite de oliva a fuego medio-alto. Mezclamos los huevos batidos con el queso en un bol y echamos sal y pimienta. Cuando esté la sartén bien caliente, echamos la mezcla y lo movemos para que vaya cuajando. Un truco es apartar un poco la tortilla por el centro con una espátula para ver si está cuajada por debajo. Una vez cuajada, cogemos un plato más grande que el borde de la sartén y la damos la vuelta. Introducimos los bordes hacia dentro para que quede bien doradita y bien bonita. Aplastamos un poco y la dejamos otros dos minutos a fuego fuerte para que se dore por debajo.
Después lo que haremos es bajar el fuego un poco y en función del grosor que tenga la tortilla hay que dejarla más o menos tiempo para que termine de cuajar. La tortilla de queso cuaja rápido, pero es importante dejarla que se acabe de hacer. Porque el queso lo que hace al fundirse, ya que está rayado, es aportarla un plus de jugosidad.
Si queréis ver como se está dorando por abajo lo levantáis con la espátula, ligeramente, para que no se nos rompa. Cuando tengamos el punto deseado, sacamos la tortilla a un plato y ¡listo! Podéis ver muchas más recetas en nuestro blog y en los siguientes post. ¡Hasta pronto!