En el Mesón de Cándido, creemos firmemente en la importancia de apoyar lo que nos define como comunidad, y el deporte es, sin duda, una de esas piezas fundamentales. Este año, al renovar nuestro compromiso con la Asociación Segoviana de la Prensa Deportiva, reafirmamos un vínculo que trasciende lo institucional. Es un lazo que habla de pasión, esfuerzo y del espíritu que mueve a los deportistas segovianos y a quienes los acompañan desde la crónica deportiva.
Siempre hemos entendido que el deporte no es solo competición; es un motor de valores, unión y superación. Por eso, respaldar a la ASPD en su labor de difundir y destacar el talento de nuestra tierra es para nosotros un verdadero honor. Y este año, en el que la Gala del Deporte alcanza su 40ª edición, ese honor se convierte también en un privilegio especial.
Apoyar a quienes trabajan detrás de los focos, como los periodistas deportivos, es una forma de contribuir al reconocimiento y difusión del esfuerzo de nuestros deportistas. Sus crónicas y relatos son los que mantienen vivas las hazañas deportivas, dándoles la visibilidad que merecen.
Además, no puedo dejar de mencionar a Aarón Misis, un joven talento segoviano que, con su empresa Producciones Audiovisuales MISES, aporta profesionalismo y calidad a la Gala. Su colaboración garantiza que todos podamos disfrutar de este evento en directo, acercando el deporte segoviano a cada rincón del mundo.
Para el Mesón de Cándido, ser parte de esta historia no es solo una responsabilidad, es una forma de retribuir a nuestra tierra todo lo que nos ha dado. Es contribuir a que el deporte y sus valores sigan inspirando a las generaciones presentes y futuras.
Seguimos creyendo en Segovia, en su gente, en su talento y en su deporte. Seguimos, como siempre, comprometidos con aquello que nos hace más fuertes como comunidad.
Porque el deporte, al igual que nuestra gastronomía, es parte de nuestra esencia. Y en el Mesón de Cándido, siempre habrá un lugar para celebrar, apoyar y, sobre todo, compartir lo mejor de nosotros mismos.
