El Acueducto y una ciudad rendida a sus pies
No se mueve, pero su silueta es omnipresente. Resplandece cada día, a pesar de su edad avanzada. Su magnetismo consigue reunir a diario a una legión de admiradores. Y una ciudad entera se rinde a sus pies. Es el Acueducto de Segovia, una prodigiosa obra de la ingeniería civil romana que permanece inalterable 2.000 años después. Su silueta, cada una de sus piedras y sus decenas de arcadas son fotografiadas a diario por decenas de turistas. Desde todos los ángulos, desde cualquier panorámica: su maravillosa fotogenia le ha convertido en escenario de eventos e incluso plató de cine. Y, desde siempre, ha sido el vecino más ilustre del Mesón de Cándido.
Hace unas semanas, se desarrollaba en Segovia las ‘I Jornadas Acueducto de Segovia, una ciudad por y para un monumento’. Del 3 al 9 de octubre, este punto de encuentro se ha revelado como una oportunidad para reflexionar y debatir sobre el monumento más representativo de la capital segoviana. Los especialistas lo han analizado desde todos los puntos de vista: el arqueológico, el paisajístico, el arquitectónico, el biológico, lo concerniente a su estado de conservación, su incidencia como elemento de inspiración literaria e incluso como fuente documental. Gracias a esta iniciativa, promovida por el Área de Turismo del Ayuntamiento de Segovia, hoy sabemos mucho más de esta joya arquitectónica, que ha conseguido sobrevivir 20 siglos en un envidiable estado de conservación.
Por cierto, recordamos a nuestros visitantes que la Real Casa de Moneda de Segovia alberga el Centro de Interpretación del Acueducto, un espacio interactivo que permite conocer este emblemático monumento. A partir del mes de octubre, su horario es de miércoles a sábado, de 10 a 17 horas; domingos, de 10 a 14 horas; martes, de 10 a 14,30. Lunes, cerrado.