Segovia verde… que te quiero verde
Este pequeño apunte quiere dar la bienvenida a la primavera, la estación más fragante y colorida del año, que se despereza tras un invierno –todo hay que decirlo- no demasiado riguroso. Sea como fuere, Segovia deja atrás los días más cortos del año para recibir una nueva temporada. La visita a Segovia siempre es un acierto, incluso si estamos interesados en la riqueza natural y paisajística de nuestro territorio. En lo relativo a la ciudad, es imprescindible contemplarla en su conjunto desde todas sus panorámicas. Es difícil elegir una, porque todas la engrandecen, permitiendo reconocerla desde todos los puntos de vista. La naturaleza reparte sus bondades en cualquier rincón de la ciudad, a través de parques, zonas verdes y riberas.
Pero no muy lejos de la capital, los espacios naturales de la provincia de Segovia son un regalo para los sentidos. De especial relevancia son los Parques Naturales Hoces del Río Duratón (al norte de la provincia); Hoces del Río Riaza (al noreste); Sierra Norte de Guadarrama (al sur de las provincias de Segovia y Ávila) y el Espacio Natural Hayedo de Riofrío de Riaza (al este de nuestra provincia). Cañones, desfiladeros, paraísos de las aves rapaces, escenarios donde crece la sabina albar y uno de los hayedos más meridionales del mundo… Por cierto, si el plan resulta apetecible, recuerde que la visita a las Casas del Parque de estos territorios hace más comprensible la visita y ofrecen información adicional. Hay tres: en Sepúlveda, Montejo de la Vega de la Serrezuela y Pedraza. Si regresan a Segovia con hambre, estaremos encantados de saciar su apetito con un buen cochinillo asado al estilo de Cándido.