Cuando Las Edades del Hombre recibieron el Premio Cándido
A orillas del Duero, Las Edades del Hombre descansan este año en Toro (Zamora), en el interior de la bellísima Colegiata de cúpula escamada. Su segundo ‘envase’ es la iglesia del Santo Sepulcro, que está a corta distancia del primer templo, junto a la bulliciosa Plaza Mayor. Anteriormente, Las Edades viajaron a Alba de Tormes (Salamanca); Aranda de Duero (Burgos); Arévalo (Ávila); Oña (Soria) y Las Dos Medinas (Rioseco y del Campo), en la provincia de Valladolid. Las Edades son fieles a su filosofía original y siguen manteniendo un incansable espíritu viajero. Estas localizaciones mencionadas resumen el devenir de esta muestra de arte religioso en los últimos años aunque, desde 1988, nos invita a entrar a las iglesias para contemplar los tesoros de nuestras diócesis, repartidos en ermitas escondidas, templos, monasterios e iglesias de Castilla y León.
Las Edades siempre se han llevado los mejores titulares: los de los periódicos y los que dan nombre a cada exposición. ‘Tiempo de esperanza’, ‘Monacatus’, ‘Passio’, ‘Credo’… y ‘Aqcva’, este es el nombre de la muestra toresana de 2016. Las Edades son un valor seguro y gustan a todos los públicos. Sus contenidos nunca se repiten, pero sí contribuyen a hacernos amar el arte y el patrimonio más cercano. El sueño de aquel cura inteligente, el vallisoletano José Velicia, ha dado sus frutos, convirtiendo este proyecto en uno de los productos turísticos más importantes de Castilla y León y de la Península Ibérica.
Por eso, y por otras muchas razones, la Fundación Cándido, Mesonero Mayor de Castilla, decidió en 2010 conceder uno de sus galardones a la Fundación Las Edades del Hombre, en concreto, el Premio Cándido a la Promoción de Castilla y León. Enhorabuena por todos estos años de buenos proyectos y ojalá podamos disfrutar de muchas ediciones más. Por de pronto, Cuéllar, en Segovia, será la siguiente parada expositiva. Las Edades regresan a Segovia y, desde el Mesón de Cándido, brindamos por esta buena noticia para nuestra tierra.