Las cinco cosas (gratis) de las que puedes disfrutar en el Mesón de Cándido
Las papilas gustativas, listas; los ojos, abiertos como platos; los pabellones auditivos, afinados; la pituitaria, preparada; y el tacto, a flor de piel. Los cinco sentidos son los principales aliados de nuestros comensales. De hecho, trabajan a pleno rendimiento cuando entran en el Mesón. ¿Acaso hay algo más universal que el sentido del gusto, el olfato, el tacto, el oído y la vista? Cientos de nacionalidades pasan por nuestra casa corroborando esta afirmación. Prepárense para recibir una sinfonía de estímulos: el Mesón de Cándido es especialista en esta materia. Recogemos algunas curiosidades que, seguramente desconozcan, y que pueden disfrutar en nuestra casa de forma gratuita:
- El irresistible aroma a cochinillo. Los fogones de nuestras cocinas se encienden desde primera hora de la mañana, envolviendo todos los salones con un embriagador aroma a cochinillo asado. Su sentido del olfato se lo agradecerá pero, ¡ojo!, puede que su estómago le pida algo más.
- La decoración del Mesón. Puede mirarla, hacer fotografías y, en algunos casos, incluso tocarla. Es uno de los tesoros de nuestra casa. Mobiliario, suelos empedrados, balaustres, cuadros, loza, antiguas piezas de latón y cientos de fotografías forman parte de la decoración del Mesón. Recréese hasta donde le alcance la vista. También es gratis.
- El Acueducto, a un palmo de distancia. Bueno… no tanto como eso, pero está muy cerca. Siéntese en una de nuestras mesas y podrá comprobarlo. Solo le separará de él una cristalera. Nuestro Mesón ofrece una de las mejores vistas de esta obra milenaria de la ingeniería romana.
- El trinchado del cochinillo. La ceremonia del trinchado es todo un espectáculo y se realiza a diario en el Mesón, incluso varias veces. Alberto y Cándido (hijo y nieto del Mesonero) se encargan de ello. No se pierdan la sentencia que ideó el Mesonero para brindar con sus comensales antes de partir el cochinillo. Hoy la sigue repitiendo su hijo con toda solemnidad y es un regalo para la vista y el oído.
- Conocer a la familia de Cándido López. La familia de Cándido López ha sabido conservar la tradición heredada. Platos, recetas y propio ambiente del Mesón permanecen intactos. Alberto (hijo) y Cándido (nieto) son excelentes anfitriones. Charlar con ellos es un regalo para los cinco sentidos.
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