Spain is different… and Cándido too
Nadie pone en duda que el turismo es hoy uno de los motores de la economía española. La riqueza de los productos culturales y naturales, el desarrollo de las infraestructuras hoteleras, y la red viaria y de transportes que tejen la geografía de nuestro país son las claves de este revolucionario proceso. España es mucho más que un destino de costa, sol y playa. El turismo se convirtió en un fenómeno de masas en España a partir de la década de los 50 del siglo pasado, contribuyendo a dar fama al Mesón de Cándido. El genial Mesonero solía decir que el turismo era “una palabra mágica”; no en vano, consiguió convertir su casa en un lugar de peregrinación, y a él mismo, en toda una referencia de las cocinas regionales. A partir de la década de los 60, las agencias especializadas empezaron a organizar viajes (diarios, en verano) a la ciudad de Segovia y fue la cadena Melià la que diseñó la ruta Segovia-La Granja los martes, jueves y domingos. Otro hito para la ciudad fue la inauguración del Gran Hotel Las Sirenas, en 1952, con la intención de dar respuesta a la fuerte demanda turística que se empezaba a fraguar. Luis Bolín, principal responsable de la administración en materia turística, inauguró aquella infraestructura. La gastronomía como producto turístico empezaba a ser una realidad.
“No sé quién dijo que la mayor sinrazón del turismo sea la de convertir a los países en su propia y estereotipada caricatura. Pero lo cierto es que, sobre todo en sus comienzos, los turistas que llegaban a España no la concebían sin toreros ni gitanas con navajas en la liga. Supongo que tampoco escapamos a estos ‘clichés’ los españoles que salimos fuera y atravesamos los Pirineos por esos años. Londres nos evocaba la niebla, Sherlock Holmes (…); Francia, la Torre Eiffel y el amor a todas horas; Italia, los amadores con bigote, los espaguetis (…)… aquellas gentes que venían de otros países querían conocer nuestras costumbres, nuestro carácter y nuestra pasión por la vida”, decía Cándido en su libro de Memorias, recordando épocas pasadas. En aquella España de la posguerra, el turismo dio forma a un proyecto integrador que convertía algunas ciudades en lugares extraordinariamente atractivos para los visitantes foráneos. El ocio, el descanso y la vacación se asentaban como un ‘derecho fundamental’. Y Segovia empezaba a competir con los destinos de sol y playa, identificándose con aquel lema que nació entonces… y que ya ha hecho historia: ‘Spain is different’.